A tu chica menos diez le falta una camisa que le llegue por las rodillas y que sea tuya, que lo sean ambas. Que juegue a desquererte los lunes y los sábados te mande un mensaje diciéndote que los versos sin ti no saben a lo mismo.

Que sea la mejor actriz ante tus arrebatos de niño y te coma la boca a sonrisas, que a besos te la come cualquiera.

Que te entienda cuando ni siquiera tú lo consigues, que escriba en tu espalda con la yema de los dedos -te quiero- y a la que, cuando le toques el ombligo mil carcajadas salgan disparadas hacia tu oído.

La que te salve de un bache, de dos o de tres. La que construya puentes donde tú sólo ves precipicios, la que te quiera sin lágrimas en los ojos.

A tu chica menos diez le falta quererse los Domingos. Quererte con tu pasado, presente y con lo no vivido.

Le falta estar llena, luna.